Salve, Señora de la Salud
Salve, Señora de la Salud
Dios te salve, redentora,
Abogada de gracia plena,
De alma indulgente
Y rostro, dulce y clemente.
Salve, grandeza infinita,
Soberana de la divina pena,
Clamor de humildad llena
Bajo el llanto que te apena.
Dios te salve, María,
Luz de la clara mañana,
Que sublimemente te derramas
Amparándonos bajo tu manto.
Salve, Madre de Dios,
Consuelo de nuestros corazones,
Cubriéndonos con razones
Cuando rogamos tu protección.
Dios te salve, protectora,
Llena de gracia y dulzura,
Suspiro que derrama hermosura
Cuando lloras a lágrima pura.
Salve, Señora de la Salud,
Danos vida, danos luz,
Danos fuerza ante la cruz,
Repleta de fe y Caridad.
Miguel de la Torre Padilla