“Dos rostros para Mª Stma. de la Salud”
“Dos rostros para Mª Stma. de la Salud” Mª Stma. de la Salud ya está entre nosotros y jamás he conocido un anecdotario similar desde el mismo momento de su concepción. Visitamos varios imagineros, pero justo el día 5 de Enero del 2011, entre preparativos de envolver regalos y organizarnos para ayudar a sus Majestades Reales, hicimos un viaje relámpago, a la vecina y querida Córdoba. Allí visitamos a
un reconocido imaginero.
Cuando nos recibió nos preguntó: “¿Y cómo queréis que modele a vuestra Señora?. Ante esta pregunta, le dijimos algo tan sencillo como que: “Nuestra Señora debía infundir esperanza, ilusión, fuerza… Ella asumiría nuestros pesares pero nos alentaría a luchar hasta el final”.
Recuerdo gratamente cómo a D. Antonio, no le faltaba el trabajo pero a pesar de esto, tras su vuelta del Rocío se puso a trabajar en nuestro sueño. Hacia mitad de semana, concretamente el jueves, nos comunicó que ya la había concebido, y para el día de la Santísima Trinidad, tuve el mejor regalo para celebrar mi onomástica. Ella ya estaba modelada en barro.
Cuando llegamos a Córdoba, y entramos al taller, ocurrió algo curioso. Todos pensábamos encontrar un barro, algo policromado pero no mucho más. Nosotros le transmitimos sentimientos pero él los materializó en el rostro más bello que habíamos visto nunca. Ella había guiado sus manos y había creado la ternura, la esperanza, la serenidad con nombre de Salud.
La dotó de ciertos rasgos, que podremos disfrutar para la posteridad. Por ejemplo, tiene una peineta cordobesa en la que está tallado el Santo Rostro, haciendo alusión a nuestro escudo y al lugar de procedencia, porque aunque de sangre cordobesa, Ella es jaenera. Fue presentada ante la Pro-hermandad el día de la Merced, engalanada y vestida para la ocasión. El primer día que la vimos, Ella era feliz, en cambio, cuando dejó Córdoba se puso triste. Dos rostros que conforman la propia vida. Dos caras de la Salud: tristeza en el comunicado y resignación en la espera de la cura. Cuando te miramos de un lado, vemos como tus lágrimas enjugan nuestro rostro pero si te miramos del otro, una sonrisa nos alienta en la cura. Por otra parte, todo el mundo sabe que el número Tres es muy importante dentro de la
simbología cristiana. Y el Tres está muy vinculado a Nuestra Madre. Tres fueron los meses en los que una vez comunicado al imaginero nuestros deseos apareció su bella imagen en barro. Y concretamente en Tres días D. Antonio Bernal la modeló. Tras llegar del Rocío, el jueves comienza a modelar y el domingo acaba, justo el día de la Santísima Trinidad. Y Tres meses más para presentarla ante la Pro-Hermandad. Casualidades o no, el número Tres protege nuestro camino, puesto que Tres son las lágrimas que nos guían en la oscuridad. Cinco años de duro trabajo y esfuerzo pero que sin duda han merecido la pena. Dos rostros de Salud: física y mental. Dos rostros para afrontar una realidad dicotómica: alegrías y tristezas, nacimiento y muerte, bondad y maldad, hola y adiós. Firmado: Mª Trinidad Aparicio Díaz.