Salve, Señora de la Salud
Salve, Señora de la Salud Dios te salve, redentora, Abogada de gracia plena, De alma indulgente Y rostro, dulce y clemente. Salve, grandeza infinita, Soberana de la divina pena, Clamor de humildad llena Bajo el llanto que te apena. Dios te salve, María, Luz de la clara mañana, Que sublimemente te
Galante Ternura
Galante ternura Ella, galante flor de ternura Tesoro de sencilla realeza, Que entre olivos se le reza, Al llanto echo tristeza. Amargamente llora la saeta Repleta de amor y esperanza, Y un suspiro la realza A su paso, envuelta en pureza. Y entre silencios y suspiros, Su tierna y clara
Ella
“ELLA” Ahora que pasa Ella, añorando sus recuerdos, que no se apaguen las estrellas y se enciendan los luceros. Su aroma cautiva y envuelve a las rosas y pensamientos, adormeciéndolos dulcemente con el latir de sus tormentos. Que no se apaguen las estrellas
“Dos rostros para Mª Stma. de la Salud”
“Dos rostros para Mª Stma. de la Salud” Mª Stma. de la Salud ya está entre nosotros y jamás he conocido un anecdotario similar desde el mismo momento de su concepción. Visitamos varios imagineros, pero justo el día 5 de
A Nuestra Madre de la Salud
A Nuestra Madre de la Salud Yo quisiera sentir la mitad de tu dolor. Porque fuiste madre de “lo más grande” “tu hijo”. Y delante de tus ojos lo maltrataron, injuriaron. Pegaron y hasta lo crucificaron. Y hasta después de muerto lo persiguieron. ¿Cómo se puede